ciones,
cómo el que va al supermercado. Las apps como Tinder, hacen que podamos entrar
en este mercado virtual de rostros con la mejor sonrisa o el cuerpo más
voluptuoso. Y según estos códigos, elegimos, hablamos, consensuamos, consumimos
y tiramos y vuelta a empezar. Relaciones drogodependientes, para no caer en el
cataclismo de la soledad, relaciones para huir de ti, relaciones de egoísmo de
pedir y no dar, relaciones de "no tengo a nadie mejor que a ti",
relaciones deportivas o de entretenimiento justo para no trabajarse a unx
mismx, relaciones de violencia implícita y explícita, relaciones de posesión,
de control, de celos, relaciones sustentadas en la desigualdad y el miedo.
¿Dónde quedaron los cuidados? ¿Qué ocurre, por qué permitirse entrar en esos
laberintos que terminan siendo la perdición de quien los comienza? El amor
propio y la autoestima se han perdido en la mirada del otro, pero el verdadero
amor es ese, una relación sana se basa en el compartir, pero no siempre se
llega a este sano equilibrio. Siempre lo digo, otras formas de amar son
posibles, deconstruyámonos para empezar a amarnos con pasión a nosotrxs mismxs,
rompamos con la burbuja del amor romántico con sus chantajes y extorsiones, con
sus mitos dañinos e irreales. Salgamos de ese laberinto, por favor, mirémonos a
los ojos y digámonos,por fin, a nosotrxs mismxs lo que más necesitamos oír de
nuestros propios labios: te amo.
Isabel Serrato
De la Conciencia de Género
Al Desarrollo Personal